Mi historia
Mi trayectoria se ha caracterizado por la búsqueda constante de estrategias que conecten el conocimiento matemático con la vida real, fomentando el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Desde hace seis años he integrado la robótica educativa y la programación en mis clases, desarrollando proyectos innovadores que permiten a los estudiantes aprender conceptos tecnológicos de forma práctica y motivadora. Esta experiencia me llevó a fundar CREA – Centro de Robótica Educativa Aplicada, un emprendimiento que busca democratizar el acceso a la tecnología y reducir la brecha digital en comunidades vulnerables, especialmente en el sector rural.

Mi visión
CREA es un emprendimiento educativo diseñado para acercar la tecnología, la programación y la robótica a todos los jóvenes, sin importar su nivel económico, su lugar de residencia o los recursos de su institución. Nuestro lema es claro: “La tecnología es para todos”.
Mi emprendimiento
Propuestas y acciones concretas de CREA:
1. Talleres de robótica con materiales reciclados
Aprovechamos piezas y componentes de bajo costo o reutilizados (motores, engranajes, placas simples) para construir prototipos y robots funcionales. Esto permite que la experiencia tecnológica sea posible incluso en comunidades con recursos limitados, fomentando además la conciencia ambiental.
2. Laboratorios móviles de computación y robótica
Llevamos kits portátiles y computadoras de bajo consumo a distintas instituciones y comunidades rurales, permitiendo que los jóvenes accedan a estas herramientas sin necesidad de infraestructura fija.
3. Clases y recursos en formato abierto
Desarrollamos guías prácticas, videos cortos y fichas ilustradas que cualquier persona pueda usar para aprender nociones básicas de programación, electrónica y diseño. Estos materiales se distribuyen tanto en formato digital como impreso, para llegar a lugares con poca conectividad.
4. Proyectos aplicados a la vida real
Cada estudiante desarrolla un proyecto sencillo pero útil para su entorno, como sistemas de riego automático, alarmas caseras, semáforos a escala o juegos programados. Esto demuestra que la tecnología no es algo abstracto, sino una herramienta para resolver problemas reales.
5. Programas de mentoría entre pares
Los jóvenes que adquieren más habilidades se convierten en “tutores junior” para guiar a otros estudiantes. Esto fortalece el liderazgo, el trabajo en equipo y multiplica el impacto del aprendizaje.
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